El óptico-optometrista es un profesional cualificado para determinar cualquier disfunción visual en los pacientes.
Es recomendable hacer una revisión una vez al año para evaluar las capacidades visuales de cada persona. Este examen es muy importante en distintas etapas de la vida.
Las principales disfunciones visuales son:
- Miopía: disfunción visual físico-óptica que afecta a la visión de lejos.
- Hipermetropía: disfunción visual físico-óptica que afecta a la visión de cerca mucho más que a la de lejos.
- Astigmatismo: disfunción visual físico-óptica que puede ser miópico o hipermetrópico, se debe a una alteración de la curvatura anterior de la córnea.
- Presbicia (vista cansada): disfunción visual físico-óptica que afecta sólo a la visión de cerca. Se empieza a detectar entre los 40 y 45 años, y es un proceso que aumenta progresivamente que afecta a todo el mundo, tanto a miopes, como a hipermétropes, como a astígmatas y emétropes.
Cualquiera de las disfunciones anteriores se corrige con lentes graduadas según la refracción de cada paciente o bien con lentillas.